jueves, diciembre 22, 2011
lunes, diciembre 05, 2011
Estamos trabajando
jueves, septiembre 15, 2011
Fallece don Félix de Austria en México
El pasado 6 de septiembre de 2011 falleció en el exilio Su Alteza Imperial y Real Félix de Austria-Hungría. Nacido el 31 de mayo de 1916 en el palacio de Schönbrunn en Viena, y bautizado días después, el 8 de junio siguiente, con los nombres de Felix Friedrich August Maria vom Siege Franz Joseph Peter Karl Anton Robert Otto Pius Michael Benedikt Sebastian Ignatius Marcus d’Aviano, era el tercer hijo varón del beato Carlos de Habsburgo-Lorena, último emperador efectivo de Austria y rey apostólico de Hungría, y de su esposa legítima, la emperatriz Zita de Borbón-Parma, hermana de S. M. C. Javier I, último Rey legítimo de las Españas.
El archiduque Félix tenía menos de tres años cuando el llamado Imperio Austro-Húngaro colapsó tras su derrota en la Gran Guerra de 1914 a 1918. Finalizada entonces la Primera Guerra Mundial, con el apoyo de las potencias de la entente, estallaron revoluciones que proclamaron repúblicas en los antiguos reinos y provincias de la monarquía danubiana. El beato Carlos y su familia debieron exiliarse. Tras un breve paso por Suiza, recalaron en la isla portuguesa de Madeira en 1921. El cuerpo enfermo del Emperador no soportó el rudo clima de la isla y, un año después, el 1º de abril de 1922, moría.
En el otoño de 1937, durante el breve gobierno de Kurt Schuschnigg, continuador del régimen social-cristiano de Engelbert Dollfuss, se permitió al archiduque Félix asistir a la Academia Militar Teresiana de Wiener Neustadt. Sin embargo, durante la invasión nazi de Austria, junto con sus hermanas, Adelaida y Eugenia, Don Félix se exilió nuevamente, esta vez en Checoslovaquia.
Viviendo en los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, los archiduques Félix y Carlos Luis se presentaron voluntarios para servir en un batallón en organización compuesto de exiliados austríacos. Pero lamentablemente, por cuestiones políticas y otras, dicho batallón de infantería no llegó a estar en actividad.
A fines de los ’40, el archiduque Félix se estableció en México, donde, allí donde su tío abuelo Maximiliano había sido brevemente Emperador, quedaría definitivamente y criaría su familia.
A diferencia de su hermano Otón, el primogénito y príncipe heredero del trono austro-húngaro, el archiduque Félix siempre rehusó renunciar a sus derechos. Por esta razón, al contrario de sus otros hermanos, nunca pudo regresar a Austria, excepto en 1989, tras obtener un permiso de tres días para asistir al funeral de su madre, la emperatriz Zita.
El 10 de marzo de 1996, contando con casi 80 años, cruzó la frontera austríaca de manera ilegal desde Alemania y dio una conferencia de prensa que fue ampliamente publicitada. El gobierno austríaco lo expulsó y amenazó con iniciar acciones judiciales si volvía a intentarlo. Finalmente, junto a su hermano Carlos Luis, llegaron a un acuerdo por el cual, sin renuncias al trono, a la familia imperial, ni a los bienes familiares, pero declarando fidelidad a Austria, se les admitiría.
Así, en junio de 1998, comenzaron ambos acciones judiciales para lograr el reconocimiento de los bienes familiares, especialmente aquellos que pertenecían a la familia imperial en forma privada por provenir de su antepasado el duque Francisco de Lorena, Sacro Emperador Romano.
El 3 de octubre de 2004 tuvo la dicha de presenciar en Roma la beatificación de su padre, ceremonia presidida por el Santo Padre.
En sus últimos años, el archiduque Félix, quizá el último heredero legítimo al trono imperial de Austria, vivió en el exilio en Colonia San Ángel, barrio de la Ciudad de México que se destaca por su arquitectura colonial típica. Allí falleció la semana pasada.
Estaba casado desde el 18 de noviembre de 1952 con la duquesa Ana Eugenia de Aremberg (†1997), con quien tuvo siete hijos (Carlos Felipe, Raimundo, Esteban, María del Pilar, Kinga, María Adelaida “Miriam” y Viridis) y unos cuantos nietos, casi todos ellos residentes en México y que han demostrado en diversas oportunidades su simpatía por el tradicionalismo hispánico.
miércoles, agosto 24, 2011
MINIATURAS MILITARES POR ALFONS CÀNOVAS: UN CARLISTA EN EL RIO DE LA PLATA.-Un articulo de ...
viernes, agosto 12, 2011
Día de la Reconquista y Defensa de la Ciudad de Buenos Aires
VIERNES 12 DE AGOSTO DE 2011
Día de la Reconquista
Tres imágenes para celebrar la fecha de hoy, el 205° aniversario de la Reconquista de Buenos Aires tras la Primera Invasión Inglesa. Sobre estas líneas, el escudo de Santiago de Liniers, Conde de Buenos Aires, ornado por las banderas tomadas a los ingleses.
Esas mismas banderas, los trofeos de la Reconquista:
Y la "Lámina de Oruro" (regalo a aquella ciudad a la nuestra tras las victorias de 1806 y 1807) con los escudos de España, de Buenos Aires y de Liniers.
Publicado por Alejandro Pomar a las 16:24
viernes, julio 22, 2011
Preparaciones para la festividad de Santiago en la Argentina
Fiestas patronales en honor de Santiago Apóstol Buenos Aires, 22 Jul. 11 (AICA)
La arquidiócesis de Mendoza y la diócesis de Santiago del Estero, se preparan para celebrar este lunes 25 de julio las fiestas patronales en honor de Santiago Apóstol.
La celebración litúrgica se repetirá en una decena de templos del país dedicados al discípulo de Jesús.
Santiago del Estero
En Santiago del Estero, el Apóstol es patrono de la diócesis y también de la provincia.
Las celebraciones centrales serán en la catedral Nuestra Señora del Carmen, donde desde el 17 de julio se reza la novena preparatoria, con distintas intenciones cada día.
La festividad lleva por lema “Santiago Apóstol de Jesucristo queremos ser discípulos y misioneros de la vida”, y los momentos culminantes serán el lunes, a las 9, con el canto del tedeum, y a las 20.30 con la misa presidida por el obispo local, monseñor Francisco Polti, y concelebrada por el clero diocesano. Tras la Eucaristía, el prelado impartirá la bendición apostólica y se realizará la tradicional procesión alrededor de la Plaza Libertad.
Monseñor Polti también se trasladará hasta la ciudad de La Banda, donde a las 10.30 tiene previsto presidir la celebración eucarística en la parroquia dedicada a Santiago Apóstol.
Mendoza
En Mendoza, Santiago Apóstol es el patrono de la ciudad capital de la provincia.
El lunes 25 de julio se realizará la tradicional fiesta en honor de Santiago Apóstol, en el atrio de la parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás de Tolentino, en la peatonal Sarmiento 150.
La imagen del Apóstol se trasladará fuera del templo momentos antes de la celebración y a las 15 el arzobispo de Mendoza, monseñor José María Arancibia, presidirá la Eucaristía.
La imagen del Apóstol que la provincia veneró durante más de 400 años fue la del Santiago guerrero o "matamoros", que llegó a Mendoza desde España en el año 1600 y muestra al santo sobre un caballo, empuñando una espada y con dos musulmanes a sus pies, tal como se apareció a los españoles que luchaban contra los moros en el año 844.
Ese ícono fue reemplazado en 2001 por uno que muestra otra faceta del santo, la del Peregrino que predicó en Judea y Samaria, y evangelizó España y organizó su iglesia.
La figura, que desde entonces preside la tradicional procesión, fue tallada en madera por la monja Marta Morader, de la congregación Misioneras Claretianas. Las dos imágenes se encuentran en la parroquia de la calle Sarmiento, pero la que preside el altar es la del caminante.
Otras celebraciones
También habrá celebraciones en honor del Apóstol en distintos puntos del país:
* Buenos Aires: El lunes 25 de julio se hará una peregrinación por las calles del barrio porteño de La Boca en honor de Santiago Apóstol, que culminará con una misa en el santuario de Nuestra Señora Madre de los Emigrantes (Necochea 312).
Esta manifestación pública de fe es organizada por los fieles, devotos y cofrades de Santiago Apóstol en Buenos Aires, en coordinación con las parroquias Nuestra Señora Madre de los Emigrantes, San Pedro González Telmo y San Ignacio de Loyola, y con la participación de la catedral metropolitana de Buenos Aires, el Convento de Santo Domingo y el Convento de San Francisco.
La peregrinación se iniciará a las 18 en el santuario de La Boca y prevé realizar escalas en el Hospital Argerich (Py y Margall 350), frente al cruceiro gallego ubicado en avenida Almirante Brown y Margall, en el Instituto Browniano (avenida Brown 401), en el Polo Educativo y Deportivo (avenida Brown y Arzobispo Espinosa), en la intersección de 20 de Setiembre y Necochea, y el Instituto Madre de los Emigrantes.
La misa está prevista para las 19 en el templo, cuya celebración contará con la actuación del Coro Asociación Galega Residentes de Vigo, que dirige Milagros Seijó.
* Salta: Las celebraciones serán en la parroquia Santiago Apóstol (avenida 9 de Julio 250, de Campo Quijano). A las 8, recepción de peregrinos; a las 10 misa y procesión de promesantes. Ese día se rezará por la familia y se bendecirán mujeres embarazadas. Informes (0387)4904119, parroquiaquijano@hotmail.com.ar owww.parroquiaquijano.blogspot.com
* Villa Gesell: En el santuario de Santiago Apóstol de esa ciudad balnearia (Paseo 125) se celebrará la Fiesta de Santiago Apóstol. Informes: www.gesell.com.ar/vgol/locales/ong/santiago
El Apóstol Santiago, el Mayor
Es el llamado "Mayor", para distinguirlo del otro Santiago. Nació en Betsaida, Galilea. Hijo de Zebedeo y María Salomé, era hermano de Juan el Evangelista y primo de Jesús.
Siendo pescador en el mar de Galilea, un día se encontró con Jesús que lo eligió para discípulo suyo y lo llamó "hijo del trueno". Desde entonces fue uno de los apóstoles preferidos por el Señor. Después de Pentecostés predicó el Evangelio en Samaría y Judea, y según la tradición, fue a España donde echó los fundamentos de la fe cristiana.
De regreso a Jerusalén, el año 42, Herodes Agripa lo mandó decapitar, siendo así el primero de los apóstoles que murió por Cristo. Sus restos, cuando los árabes se adueñaron de Jerusalén, fueron trasladados a Compostela. Santiago es el patrono de España.+ AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente
lunes, julio 18, 2011
18 de julio
viernes, julio 01, 2011
Festividad del Sagrado Corazón
[http://www.1936-1939.com/?p=529]
lunes, junio 27, 2011
Ediciones Nueva Hispanidad: Novedades
Rafael Gambra
La Monarquía Social y Representativa
en el pensamiento tradicional
Colección El "otro" bicentenario
Con el patrocinio de la Fundación Francisco Elías de Tejada - Madrid
Prólogo de José Antonio Ullate
200 págs. I.S.B.N.: 978-987-1036-51-6
Argentina: $ 55.00.- España y resto de Europa: € 15.00.-
En este escrito, que recorre las principales definiciones políticas de Vázquez de Mella, el autor, en síntesis original y superadora, realiza un memorable aporte al pensamiento tradicional. Un libro clásico ahora reeditado por Nueva hispanidad.
Puede ver más detalles de la obra o el autor en: http://www.nuevahispanidad.
com/seccion2.php?sb=1&ax=2& sor=40
Elena Calderón de Cuervo
Poética y Apologética en La Christiada
de Fray Diego de Hojeda
Una edición del CETHI (Centro de Edición de Textos Hispanoamericanos) - U. N. Cuyo
Con el patrocinio de la Facultad de Filosofía y Letras / Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza)
344 págs. I.S.B.N.: 978-987-1036-52-3
Argentina: $ 80.00.- España y resto de Europa: € 17.00.-
El Centro de Edición de Textos Hispanoamericanos (Cethi) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, conjuntamente con Ediciones Nueva Hispanidad, presenta, con esta obra, su primer volumen dedicado al estudio de la monumental obra del Padre Fray Diego de Hojeda, poeta peruano del siglo XVII. Dos son, en principio, los supuestos que vertebran este trabajo: la reconsideración, por un lado, de la labor cultural de España en los Virreinatos y, por otro, la reinserción de las obras de los poetas americanos en su propio espacio de producción.
Puede ver más detalles de la obra o el autor en: http://www.nuevahispanidad.
com/seccion2.php?sb=1&ax=2& sor=97
pueden adquirirse en Tomás Ignacio González Pondal
El Limbo de los Niños
Doctrina Católica versus Novedad
224 págs. I.S.B.N.: 978-987-1036-54-7
Argentina: $ 55.00.- España y resto de Europa: € 16.00.-
En el año 1994 se encargó a la Comisión Teológica Internacional la realización de un estudio profundo sobre el limbo de los niños. Quien presidía la Comisión en esa fecha era el entonces Cardenal Joseph Ratzinger. Con el correr del tiempo se llegó a la elaboración de un documento intitulado “La Esperanza de Salvación para los niños que mueren sin bautismo”, el cual fue aprobado el 19 de abril del año 2007 por S.S. Benedicto XVI.
Tras la aparición pública del nuevo trabajo, dos cosas saltan a la vista: la primera, que una cuestión doctrinal sostenida y desarrollada a lo largo de varios siglos (al menos nueve), vino a ser dejada de lado tras un período aproximado de 13 años. La segunda, que no sólo se trató de un “dejar de lado”, sino de la puesta en escena de una nueva visión teológica sustentada en modernos principios. La gravedad de esto último está probado en esta obra, con las consecuencias que de ello se sigue.
Las novedades de las que se dará noticia no constituyen un hecho aislado, sino que se circunscriben a un plan más general de trasformación al cual buscan adecuarse, para de tal manera conservar la coherencia de enseñanza moderna. Esas “novedades” tienen su anclaje en el “aire fresco que debía entrar en la Iglesia” según anhelo de S.S. Juan XXIII, y son las que se constituyen en el añorado sueño proclamado por el P. Küng, sueño de un grupo “…de avanzadilla en la Iglesia…” y que “…gracias al Concilio se había difundido y había impregnado por completo la atmosfera…” de la Santa Institución. (El Autor)
Puede ver más detalles de la obra o el autor en:: http://www.nuevahispanidad.
com/seccion2.php?sb=1&ax=2& sor=101
Dionel Filipigh
Ardua la Vida
(Poesía)
120 págs. I.S.B.N.: 978-987-1036-53-0
Argentina: $ 35.00.- España y resto de Europa: € 10.00.-
“...Vamos por partes: el libro está estructurado en cuatro secciones: ‘Ardua la vida’, ‘La vida próxima’, ‘Reflexiones’ y ‘Conclusiones’.
Este esquema de por sí representa la acción de una mente de una persona que se niega a la liviandad heideggeriana del pensamiento fútil, superfluo y vano, en temas y objetivos. Muy por el contrario nos presenta una búsqueda implacable de las cosas esenciales de la vida, de los pensamientos más profundos que el hombre pueda realizar.
Pero para ello ¿dónde debe comenzar? por la realidad circundante. Y es ahí donde el genio del poeta encuentra, guiado por un intelecto inquieto y una magna imaginación, el sedimento de la trascendencia misma.
En esas cosas simples de la vida, esos momentos irrepetibles y sencillos, en apariencia, se esconde el secreto de la existencia y da la razón a la cadena de acontecimientos que el libro trata con maestría y denodada búsqueda.
En un desfile, ya no de sombras de la caverna platónica, aparecen la familia, las relaciones de amistad, los hijos, el amor, el sexo, la religión, las creencias, los mitos y la admiración por figuras (hombres que lo influenciaron) del pensamiento que dieron su mano para ayudar a dar un paso más desde las sombras a la luz”.
(Del Prólogo del Profesor Fernando Emérito Suárez)
Puede ver más detalles de la obra o el autor en: http://www.nuevahispanidad.
com/seccion2.php?sb=1&ax=2& sor=100
A los amigos que deseen profundizar sobre la temática de la colección "El otro Bicentenario" les recordamos que pueden escuchar en línea el reportaje a José Manuel González, sobre Los Pincheira, realizado en "Los dos Reinos" por Monseñor Aguer (Arzobispo de La Plata - Argentina) y Fernando Estrada, en el siguiente link de internet: http://es.sevenload.com/ videos/HodpNAb-La-cueca-larga- de-Los-Pincheira
Estos títulos "Nueva hispanidad" o en las librerías habituales, Consultas por mail a:
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ahora actualizado semanalmente
martes, junio 14, 2011
José Manuel González, RIP
Comunicamos con pesar la triste noticia del fallecimiento del profesor Dr. José Manuel González el pasado 12 de junio de 2011.
Nacido en Buenos Aires, hijo de porteños y nieto de gallegos y asturianos. Abogado por la Universidad de Buenos Aires, era historiador e investigador como pocos. Docente de raza, fue profesor de Historia Argentina, Historia Iberoamericana, e Historia de las Ideas Políticas en el Instituto Hernandarias y en colegios secundarios. Colaboró, además, con el Instituto de Cultura Hispánica de Buenos Aires, la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Balvanera, el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II de Madrid, y la Universidad Iberoamericana de Buenos Aires.
Como muy pocos historiadores de nuestro medio, se animó a poner en duda a ciertos hechos y próceres de la historia oficial, especialmente en el período 1810-1824, el de las guerras de independencia. Entre sus muchos trabajos, encontramos el interesantísimo libro La “cueca larga” de los Pincheira: Una montonera realista en la Independencia sudamericana (Buenos Aires: Ediciones Nueva Hispanidad, 2009), donde más allá de la historia de estos hermanos Pincheira, se disparan cientos de posibles líneas de investigación para profundizar y fundamentar un verdadero revisionismo de las independencias sudamericanas.
Querido “Manolo”, que bien nos aconsejaste en este trabajo por difundir los principios del tradicionalismo hispano en la Argentina, que Dios te tenga en Su gloria.
miércoles, mayo 18, 2011
Invitación a presentación de libro en Buenos Aires
En el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal Dr. Horacio Beccar Varela se realizará la presentación del nuevo libro de Bernardo Lozier Almazán.
PROYECTOS MONÁRQUICOS EN EL RÍO DE LA PLATA, 1808-1825. LOS REYES QUE NO FUERON.
Bernardo Lozier Almazán nos ofrece este importante aporte, fruto de años de investigación, ante la ausencia de una obra que compendie la reseña de los diversos proyectos monárquicos pergeñados en el Río de la Plata. De tal manera, el autor desgrana cronológicamente estos proyectos que, entre los años 1808 y 1825, se intentaron instaurar en América. Todos han sido signados por el fracaso.
El valor de esta obra adquiere mayor relevancia por la claridad en el análisis y las conclusiones que el autor ofrece para contribuir al conocimiento de un aspecto poco explorado de nuestro pasado histórico.
Esta obra ha sido declarada de interés municipal.
Bernardo Lozier Almazán. Ex Director del Museo “Brigadier General Juan Martín de Pueyrredon” (San Isidro) y del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de San Isidro “Dr. Horacio Beccar Varela”. Dedicado a la investigación histórica, ha publicado las siguientes obras: Reseña histórica del Partido de San Isidro (Premio Adepa-Historia 1986); Liniers y su tiempo (1990); Beresford, Gobernador de Buenos Aires (1994); Martín de Álzaga. Historia de una trágica ambición (1999), Mención Especial Feria del Libro 1999; El arcón de los recuerdos, 5 tomos (Premio Adepa-Cultura-Historia 2000); Presencia Carlista en Buenos Aires (2002); Fernando Alfaro y la historia de una casa (2004); Los Ombúes. Historia de una casa y sus moradores (2007); Beresford Carr, Governor of Buenos Aires (2008); Mayo de 1810. La Argentina improvisada 1810-1860. Medio siglo de desencuentros (2009) y Nueva reseña histórica del Partido de San Isidro (2010).
Se llevará a cabo el día 18 de Mayo a las 19.00hs. en el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de San Isidro, Calle Adrián Beccar Varela 774. San Isidro.
ACTUALIZACION: Reseñas del acto en la prensa general:
+ "Un nuevo libro para conocer nuestros orígenes", Portal Uno de San Isidro.
+ "Reyes argentinos", Historias inesperadas, LaNación.com
lunes, mayo 02, 2011
miércoles, abril 20, 2011
Saludos
Que sea ésta especial ocasión para meditar y contemplar los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
A continuación compartimos algunas imágenes de las formas tradicionales de celebrar la Semana Santa en la España peninsular. Hasta no hace muchas décadas, cada ciudad, barrio y pueblo de la Argentina tenía celebraciones similares, pero, lamentablemente, la mayoría se han perdido, voluntaria o involuntariamente. Desde aquí, hacemos votos por su restauración para provecho de todos.
jueves, marzo 10, 2011
jueves, enero 27, 2011
Por HORACIO M. SÁNCHEZ DE LORIA PARODI (*)
1. LA LLEGADA
Luego de un amplio periplo hispanoamericano que abarcó Jamaica, Panamá, Perú, Chile y Uruguay, el martes 9 de agosto de 1887 arribó a la ciudad de Buenos Aires Don Carlos María de los Dolores de Borbón y Austria. Éste acompañado por un pequeño séquito fue recibido en el puerto por unos quinientos carlistas exiliados, quienes habían llegado a estas tierras luego de la derrota en la tercera guerra de 1876 (1)
El país cambiaba vertiginosamente por aquellos años al compás de una notable transformación económico-social (2).
Entre 1869 y 1895 la población aumentó más del doble debido a la gran cantidad de inmigrantes que llegaron a estas playas (3), y la ciudad capital dejaba atrás a la gran aldea y se transformaba en una orbe cosmopolita que emulaba a París por sus grandes palacios (4).
La prensa católica destacaba entre el séquito la presencia del padre Francisco Aspiroz, su capellán en la última contienda bélica (5).
El barco que lo transportaba venía de Montevideo adonde había llegado el 5 de agosto, y en donde también había recibido una calurosa recepción especialmente de parte de ex combatientes carlistas radicados en la banda oriental.
El día anterior a su llegada a la Argentina se había reunido con el presidente de la República Oriental del Uruguay, Teniente General Máximo Tejas, y había concurrido al teatro San Felipe en donde saludó al conocido actor español José Valero, quien estaba en una gira por estos países (6).
En Buenos Aires Don Carlos se hospedó en el Grand Hotel, en pleno centro de la ciudad, que pronto se transformó en una verdadera romería, como decían las crónicas periodísticas, debido a la gran cantidad de gente que al
(...) enterarse de su presencia quería tener el honor de saludar al Conde de Breus que con toda amabilidad los recibía (7).
Apenas llegado recorrió las calles de la ciudad, visitó la Catedral Metropolitana, siendo recibido por el Arzobispo de Buenos Aires Federico Aneiros. También estuvo con el Rector del Seminario Metropolitano y con el Superior de la Compañía de Jesús (8).
Por la noche asistió al Teatro Colón a presenciar la opera La Gioconda de Amilcare Ponchielli (9), acompañado por Emilio Lamarca, Leonardo Pereyra y César González Segura. Cuenta la crónica periodística que ni bien se sentó en el palco avant escene de Pereyra todas las miradas confluyeron en él (10).
2. AGASAJOS EN BUENOS AIRES
Al otro día de su arribo un grupo de sacerdotes y laicos españoles representados por el padre Faustino Lamas Rancaño, párroco del Carmen de las Flores, lo homenajearon y le manifestaron su lealtad en un cálido acto.
Tiempo después Don Carlos retribuyó aquél homenaje enviándole su retrato al sacerdote con una amable dedicatoria, que aludía a la hospitalidad de esta tierra, y en la que le recordaba el homenaje del jueves 10 de agosto de 1887 y le enviaba a él y
(...) a los carlistas residentes en esa tierra eminentemente hospitalaria, un afectuoso saludo (11).
El 10 de agosto la Comisión Directiva de la Asociación Católica resolvió brindarle un agasajo a la hora del té (12).
La Asociación Católica era una institución nacida en Buenos Aires en abril de 1883, que se extendió paulatinamente por todo el país, que congregaba a los principales militantes católicos –una minoría desde el punto de vista cuantitativo– que defendían la tradición cristiana en el ámbito público y resistían el avance del laicismo motorizado por el naciente Estado (13).
La presidía José Manuel Estrada y actuaban como vicepresidentes primero y segundo, Emilio Lamarca y Gerónimo Cortés respectivamente.
Estaban en la Comisión Directiva: Pedro Goyena, Alejo de Nevares, Apolinario Casabal, Eduardo Carranza, Enrique Lezica, Juan M. Terrero, Tomás Anchorena y Aurelio Espínola.
La tónica de la institución se ve reflejada en el discurso inaugural que brindó Estrada:
Venimos a alarmar conciencias, a despertar dormidos, a reanimar pusilánimes, a enardecer espíritus, a vincular corazones, a disciplinar para las batallas del Señor ¡generaciones enteras han escondido la lámpara debajo del celemín! Mientras los creyentes han dormido el liberalismo ha velado. Hoy como ayer nos circunda y nos ofrece en signo de paz el beso de Getsemaní... Señores ha llegado la hora de vigilar (14).
Justamente cinco años antes de este viaje, en agosto de 1882, los militantes de Buenos Aires habían fundado el diario La Unión, cuyo lema era Pro Aris et Focis, por los altares y los hogares aludiendo a lo más preciado de la sociedad, que apareció hasta 1890 y en cuya redacción participaron los más importantes dirigentes del momento; la hoja actuaba como órgano de difusión de la Asociación Católica (15).
Al otro día de su llegada el periódico saludaba el arribo del Duque de Madrid a la capital porteña y le auguraba lo mejor.
No era éste el único diario que expresaba el pensamiento ultramontano; existían otros en el interior del país que actuaban coordinadamente como por ejemplo El Porvenir en Córdoba o bien La Esperanza en Salta, El Argentino de Paraná (Entre Ríos), o El Creyente de Catamarca, en tanto representaban a las respectivas asociaciones de las provincias. Todos ellos también lo saludaron calurosamente y le expresaron su bienvenida.
El 14 de agosto La Unión destacaba que
Cada día está siendo objeto de nuevos agasajos el ilustre huésped que tenemos entre nosotros.
La Tribuna Nacional, un diario cercano al gobierno, hacía notar en cambio que si bien ellos estaban en las antípodas de su pensamiento, no podía desconocerse el hecho real de que
(...) no ha mucho tiempo estaba al frente de un pueblo enérgico y valeroso de 40.000 hombres dominando las montañas de la Euskaria, teniendo en jaque los gobiernos de Madrid, el ejército y la armada de España para mantener con ellos una lucha titánica de siete años (16).
El periódico destacaba que los principios que representaba Carlos de Borbón se habían hundido en el polvo de las edades, pero sin embargo su persona
(...) inspira un vivo interés, una punzante curiosidad que lo mantiene siempre erguido en medio de las oleadas de acontecimientos, cambios y transformaciones contemporáneas. Su causa está perdida, el éxito no corona su frente, sus fortunas disipadas, sus caudillos dispersos. Sobre esa cabeza de príncipe batallador fulgura una chsipa de fuego sagrado de nuestros ascendientes: es soñador, idealista, creyente y une a estas potencias del alma el valor heróico que lucha hasta lo imposible para alcanzar el ideal de sus caros fanatismos.
La hoja liberal expresaba el sentir de mucha gente, especialmente de la dirigencia política y cultural que veía atrayante la figura del visitante y de allí la gran expectativa que despertó su presencia en la ciudad, mas allá de que los principios que encarnaba se considerasen anacrónicos, pues habían sido barridos por la modernidad.
De hecho estuvo con el presidente de la República Miguel Juárez Celman, conoció y fue agasajado por muchas familias porteñas, visitó el hipódromo de la ciudad y el vicepresidente de la nación, Carlos Pellegrini, de quien se hizo muy amigo, lo paseó por los lugares céntricos más importantes.
El periódico católico El Argentino de Paraná (Entre Ríos) lo definía como la personificación de la probidad y la virtud, y la redacción de la hoja se asociaba afectuosamente
(...) con los que en celebración del feliz arribo a la Capital Federal han recibido al ilustre Duque de Madrid, al que desean gratísima permanencia, feliz regreso a Europa y dichoso porvenir (17).
Como homenaje a su presencia en el país el diario entrerriano reprodujo la carta que el 4 de julio de 1869 Don Carlos, desde el exilio en París, le enviara a su hermano Alfonso de Borbón, quien estaba peleando en defensa del Papa, en la que exponía los principios de su futuro gobierno (18).
Leandro Pereyra, un verdadero pionero de la agricultura y la ganadería lo invitó a su estancia modelo San Juan (hoy parque provincial Pereyra Iraola) ubicada a pocos kilómetros del puerto, muy cerca de La Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires (19). También recorrió esta flamante ciudad –había sido fundada el 12 de noviembre de 1882 por el gobernador Dardo Rocha– y almorzó con el gobernador de la provincia de ese momento, Máximo Paz.
Con alrededor de veinte personas partió desde la estación central a las 10 de la mañana rumbo a la estancia, en la que se vivió una auténtica fiesta familiar. El homenajeado visitó todas las instalaciones y montó a caballo junto a sus amigos. Entre otros estaban Emilio Lamarca, consuegro del dueño de casa, José, Francisco y Rómulo Ayerza, Alberto Serantes y parte de su séquito. Hacia las 4 de la tarde regresaron a la ciudad.
El mismo 14 de agosto a la noche el dirigente católico Emilio Lamarca le ofreció un banquete al que concurrieron prácticamente la totalidad de los militantes de la institución. La prensa refería la presencia del arzobispo Federico Aneiros, Juan Nepomuceno Terrero, José Manuel y Angel Estrada y también del gobernador de la provincia de Santa Fé José Gálvez (20).
Emilio Lamarca era ya en ese momento un destacado intelectual que tendría una larga y variada actuación pública. Tres años antes había sido dejado cesante –como otros tantos dirigentes católicos– de su cátedra de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, a raíz de haberse solidarizado con el Vicario Capitular de Córdoba Jerónimo Clara enfrentado con el gobierno (21).
Al llegar a Buenos Aires Don Carlos se conectó inmediatamente con Lamarca pues en Chile se lo habían recomendado el militante católico Carlos Walker Martínez y su primo hermano Joaquín Walker Martínez (ambos dirigentes conservadores y diputados nacionales en el país trasandino) (22).
El 15 de agosto otro pionero agropecuario de la provincia de Buenos Aires, Domingo Frías amigo de Leonardo Pereyra, también lo agasajó en su estancia ubicada en el pueblo de Mercedes (23).
En principio parece que Don Carlos pensaba volver a Europa el 17 de agosto en el paquete inglés La Plata que lo trasladaría a Southampton (24), pero decidió quedarse unos días más –estuvo unos quince días en total en suelo argentino– debido a la hospitalidad y el cariño que recibió aquí de tanta gente.
Aprovechó entonces para cumplir su deseo de conocer la provincia de Córdoba, tan ligada históricamente a la tradición hispana, a la que partió el 18 de agosto en tren especial que mandó despachar Marcos Juárez, hombre influyente, hermano del Presidente de la Nación, quién a los dos años sería gobernador de la provincia mediterránea (25).
Salieron de la estación de Buenos Aires y en el viaje lo acompañaron algunos amigos, despedidos todos en el andén por el presidente de la República Miguel Juárez Celman (26).
3. VIAJE A CÓRDOBA
En el trayecto de Buenos Aires a Córdoba Don Carlos conoció la ciudad de San Nicolás, en la que fue homenajeado por un grupo de carlistas navarros que vivían allí, y luego visitó Rosario. Una crónica que apareció en el diario La Capital de la ciudad santafesina y que reprodujo El Argentino de Paraná, expresaba que aunque el Duque de Madrid pretendió ser invisible, cuando se lo vio comiendo con Marcos Juárez en el hotel del ferrocarril en donde se alojó por un día, gran cantidad de personas lo saludaron afectuosamente (27).
En la estación de trenes de Córdoba lo esperaban los dirigentes de la Asociación Católica de la provincia encabezados por el vicepresidente Simeón S. Aliaga y el Superior de los jesuitas Juan Cherta, quienes lo acompañaron hasta el Hotel de la Paz, ubicado en el centro de la ciudad.
Allí recibieron la visita de los restantes miembros de la Asociación Católica, quienes lo agasajaron cálidamente.
El Conde de Melgar, secretario de Don Carlos, ha descrito la amabilidad con que fueron recibidos en la provincia mediterránea y la especial diligencia que mostró Marcos Juárez Celman, quien incluso mandó suspender la circulación de los tranvías e incautarlos para uso del visitante y sus amigos (28).
El hermano del presidente y futuro gobernador los agasajó en todo momento a pesar de algún disgusto por la presencia permanente de los dirigentes católicos cordobeses, con quienes debido a sus posiciones políticas no tenía ningún contacto (29).
La comitiva conoció los lugares más importantes de la ciudad, fueron visitados por las autoridades eclesiásticas y el ilustre huésped llegó a jugar a la taba, un característico juego criollo.
El 20 de agosto y horas antes de partir de la provincia, en los salones del Club Social fue homenajeado por los dirigentes de la Asociación Católica. Hizo uso de la palabra Simeón S. Aliaga y respondió al brindis Don Carlos haciendo votos por el progreso de la institución y de Córdoba. El doctor Juan M. Garro le regaló un ejemplar de su libro Bosquejo histórico de la Universidad de Córdoba, publicado cinco años antes.
Luego lo acompañaron a la estación y allí Don Carlos regaló a la Asociación Católica un retrato suyo autografiado como recuerdo de su paso por Córdoba.
El 21 de agosto el diario satírico La Carcajada (30) aludía a que por primera vez por las calles de la capital cordobesa había transitado una persona que si no ostentaba sobre su cabeza la corona de rey de España se debía simplemente a que la suerte le había sido adversa en la guerra, y recordó el almuerzo en que jugó por primera vez a la taba.
Y el 24 de agosto el diario católico El Porvenir redactado por el padre Jacinto Ríos publicó una extensa y laudatoria biografía de Don Carlos, que reprodujeron los demás diarios ultramontanos, como homenaje a su presencia en la región (31).
4. REGRESO A BUENOS AIRES
Vuelto a Buenos Aires Don Carlos continuó su intensa vida social y cultural.
Al otro día, el 22 de agosto, fue el invitado especial a una reunión seguida de baile en la casa de la familia Amstrong-Dose al que concurrieron más de quinientas personas, entre ellas el presidente de la República Miguel Juárez Celman y su familia, el vicepresidente Carlos Pellegrini, Torcuato de Alvear y su familia, la señora del ex presidente (fallecido) Marco Avellaneda, Carmen Nóbregas de Avellaneda, el ex vicepresidente Mariano Acosta (32).
Ya desde diez días antes el diario El Nacional hacía votos para que se realizara esa fiesta, que reuniría decía a toda la sociedad porteña.
El 23 de agosto, víspera de su partida a Europa, el Duque de Madrid ofreció un banquete de agradecimiento a sus amigos de Buenos Aires, al que concurrieron por supuesto su séquito, los dirigentes católicos y también personalidades políticas con las que había tenido un trato afectuoso como el vicepresidente Carlos Pellegrini y Bartolomé Mitre y Vedia, el hijo del ex presidente Bartolomé Mitre (1862-1868) (33).
5. LA ASOCIACIÓN CATÓLICA
Además de ser sus principales anfitriones, los militantes de la Asociación Católica tuvieron una cercanía muy especial con Don Carlos, basada fundamentalmente en el vínculo profundo de la Fe y una cosmovisión cristiana común sobre la vida pública.
La visita del Duque de Madrid representó para ellos un espaldarazo y un aliciente para continuar con ímpetu la lucha política.
Para mejor el cariño que mostró hacia la Argentina, las actitudes, el carácter cálido y seguro de Don Carlos reflejaba un espíritu análogo al de ellos, siempre preocupados para que su pensamiento y su acción no transpirasen ningún tipo de agravio o rencor como decía José Manuel Estrada.
Y así lo hicieron saber a través de los órganos de difusión del grupo, que caracterizaron al Duque de Madrid como un hombre marcado por el sello augusto y misterioso que da la desgracia.
Él es el legítimo representante de la España católica y tradicional. Con él pues estamos estrechamente unidos por los vínculos de la fe, de la raza, de la lengua y de las más gloriosas tradiciones (34).
También expresaron su alegría por compartir en un todo los grandes principios políticos expuestos por Don Carlos en la carta a su hermano Alfonso de 1869, que anticipaban su testamento político de 1897.
Destacaban los militantes católicos argentinos que esos principios fundamentales, adecuándolos a nuestras circunstancias, constituían sus banderas políticas:
Yo no debo ni quiero ser rey sino de todos los españoles, a ninguno rechazo, ni aún a los que se digan mis enemigos, a todos llamo, aún a los que parecen más extraviados y los llamo afectuosamente en nombre de la patria (...), las dificultades son imponderables y no sería hacedero vencerlas sin el consejo de los varones más imparciales y probos del reino, congregando en Cortes que verdaderamente representen todas las fuerzas vivas y todos los elementos conservadores (...). La España antigua necesitaba grandes reformas, en la España moderna han ocurrido grandes trastornos. Mucho se ha destruido, poco se ha reformado. Murieron antiguas instituciones, algunas de las cuales no pueden renacer, Háse intentado crear otras nuevas que ayer vieron la luz y se están muriendo. Con haberse hecho tanto, está por hacerse casi todo. España tiene hambre y sed de justicia, tiene la imperiosa necesidad de un gobierno digno, enérgico, justiciero y honrado (...). España no quiere que se ultraje ni se ofenda la Fe de sus padres (...). España está resuelta a conservar a todo trance la unidad católica, símbolo de nuestras leyes, bendito lazo de unión entre todos los españoles (...). Ama el pueblo español la descentralización y siempre la amó y bien sabes mi querido Alfonso que si se cumpliera mi deseo, así como el espíritu revolucionario pretende igualar las provincias vascas a las restantes de España, todas estas semejarían o se igualarían en su régimen interior con aquellas afortunadas y nobles provincias. Yo quiero que el municipio tenga vida propia y que las tengan las provincias, previniendo sin embargo y procurando evitar abusos posibles (...) Quiero dar a España la libertad que solo conoce de nombre, la libertad que es hija del Evangelio, la libertad que es el reinado de las leyes cuando las leyes son justas, esto es conforme al derecho de naturaleza, al derecho de Dios (...) no era el pueblo para el rey, sino el rey para el pueblo, que un rey debe ser el hombre más honrado de su pueblo como es el primer caballero y que debe gloriarse con el título de padre de los pobres y tutor de los débiles (...) Debemos moralizar la administración, fomentar la agricultura, proteger la industria. Progresar protegiendo debe ser nuestra fórmula (...). La España antigua fue buena para los pobres, no lo ha sido la revolución (35).
El momento que vivían los militantes argentinos no era el ideal: el proceso de secularización se desenvolvía raudamente (36) y sumado a ello las divisiones internas, las discusiones relacionadas con la manera concreta de actuar en la vida pública, las alianzas para enfrentar al oficialismo y la derrota en las elecciones nacionales de 1886 que consagraron la fórmula Juárez Celman-Pellegrini, los habían desgastado notoriamente Tan es así que la Unión Católica, el partido surgido del seno de la asociación para participar en los comicios estaba en franco proceso de disolución (37).
Pocos años después también se irían diluyendo las asociaciones de todo el país.
En 1891 Isaac Pearson, un dirigente de la capital, ensayaba una autocrítica sobre la poco llegada que tenían los católicos a la clase obrera y trabajadora, pero de todos modos sostenía que para esa fecha
No era posible reunir un centenar de hombre en proclamación de los principios católicos. La última citación de la Asociación Católica para visitar los sagrarios el jueves santo no había alcanzado a congregar a catorce personas. No eran ciertamente los únicos católicos de la capital, pero entonces para encontrarlos había que penetrar en los reductos amurallados de la familia (38).
No obstante lo cual siguieron su lucha, es cierto que sin una coordinación muy orgánica, más bien individualmente apoyando luego de la crisis del noventa la administración de Luis Sáenz Peña y posteriormente en 1912 la de su hijo Roque Sáenz Peña.
Desencantados de las luchas electorales, paulatinamente fueron centrando su atención en el plano social, que despuntaba en ese momento con gran virulencia, y también en el mundo de la educación en todos los niveles.
Evidentemente el clima político les fue adverso y por eso siempre tuvieron que optar entre grandes dificultades, lo que por otra parte hizo más meritoria su labor.
La falta de un foco de atracción tradicional que los cobijase, la escasez de maestros y de una escuela formativa actualizada, conspiró también contra su formación integral y una sólida estructuración interna.
6. LA DESPEDIDA
Pero la obra ya estaba realizada y Don Carlos muy agradecido por la hospitalidad de esta tierra se despidió de todos a través de una esquela que publicaron los diarios católicos un día antes de su partida.
Era muy difícil reunir a la cantidad inmensa de personas que había conocido en la Argentina en esos pocos días, por eso optó por ese medio
Sin tiempo para despedirme de las numerosas personas que me han dispensado amable y fina acogida, el que suscribe siente en el momento de dejar esta hermosa capital y su sociedad distinguidísima la necesidad de manifestar públicamente su profundo agradecimiento por tantas bondades, esperando ordenes en el Palacio de Loredan, Venecia, donde tienen su casa (39).
El 24 de agosto dejó Buenos Aires, y se embarcó en el vapor Senegal que se dirigió primeramente hacia el Uruguay para luego partir hacia el Brasil desde donde emprendería su regreso a Europa.
Y estando frente al puerto de Montevideo no pudo olvidar a sus ex combatientes en la última guerra carlista, y les dirigió esta carta a «mis fieles soldados emigrados en el Uruguay y en la República Argentina», que publicaron los diarios católicos con elogiosos comentarios.
Se nota en ella la emoción que lo embargaba al despedirse del Río de la Plata y también el respeto y el agradecimiento a estos pueblos hospitalarios.
No me es posible separarme de vosotros sin que broten de mis labios los sentimientos que embargan mi alma. A vuestro lado he revivido estos días la patria bendita, porque vosotros la lleváis en vuestros corazones, como yo en el mío. Desde el Paraná hasta el Estrecho de Magallanes y desde la Tierra del Fuego hasta el Río de la Plata he recorrido con respeto y asombro el grandioso teatro de las hazañas de vuestros abuelos. Perpetuadores de aquella raza de gigantes, vosotros mantenéis en las repúblicas hispanoamericanas el nombre español a la altura que se merece. Allí donde Balboa y Pizarro, Valdivia y Garay dieron al mundo el espectáculo del mayor heroísmo que han visto los siglos, vosotros dais ahora el de la mayor fidelidad que registra la historia. Gracias mis valientes soldados por los consuelos que de vosotros he recibido. Por donde quiera que he pasado los he oído citar como personificación de todas las virtudes tradicionales de nuestro pueblo: constancia, bravura, honradez, nobleza de carácter, religiosidad. Y el corazón me saltaba de orgullo dentro del pecho recordando que erais los invencibles leones, tantas veces admirados por mí en los campos de batalla. No en vano conserva Dios a España esta reservada gloria al otro lado de los mares.Vuestra presencia y el culto que tributáis a las tradiciones de vuestros padres bastarían para darme la seguridad de que ha de llegar el día de la justicia si por acaso –lo que nunca sucederá– flaquease la fe indominable que abrigo en la restauración de nuestra Patria. No os digo adiós. Espero firmemente veros de nuevo a todos en torno mío. La justicia y la misericordia divina dirán el día. Entre tanto continuad haciéndoos dignos de la hospitalidad que os dan estos pueblos generosos y nobles como hermanos que son vuestros y estad seguros del imperecedero recuerdo que de vosotros llevo. Carlos (40).
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(*) Universidad del Museo Social Argentino.
(1) Lozier Almazán, B., Presencia carlista en Buenos Aires, ed Santiago Apóstol, Buenos Aires, 2002, págs. 21-26.
(2) El notable aumento de la producción agrícola-ganadera, el auge del ferrocarril, si bien con precios garantizados y con una tendencia centralizadora hacia Buenos Aires y Rosario y ciertas industrias ligadas a ellas y la paulatina inserción en el mercado mundial como exportador de materias primas modificaron profundamente la estructura económica. Pero el predominio del positivismo cambió el tono cultural y profundizó el proceso laicista. H.S. Ferns, Britain and Argentina in the Ninetheenth Century, Oxford and the Clarendon Press, Oxford, 1960; E. Gallo, R. Cortés Conde, La república conservadora, ed Paidós, Buenos Aires, 1995.
(3) Según datos de la embajada de España en la Argentina en esos momentos había alrededor de 40.000 españoles residiendo en el país.
(4) Al poco tiempo de abandonar estas tierras del Río de la Plata, el 8 de octubre de 1887 Don Carlos le decía al marqués de Valdespina que en el Río de la Plata había encontrado «la más inaudita prosperidad que registran nuestros tiempos». B. Lozier Almazán, Presencia..., op. cit., pág. 26.
(5) La Unión, 10 de agosto de 1887. En el séquito estaban su secretario Francisco Martín de Melgar y Rodríguez Carmona, el oficial José María de Orbe y Gaytan de Ayala, vizconde de Orbe y el teniente coronel médico Clemente de Coma y Forgs.
(6) También actuó en la provincia de Córdoba pocos días después de que estuviera allí el Duque de Madrid. La Prensa, 9 de agosto de 1887.
(7) La crónica aludía a la figura amable y de arrogante porte de Don Carlos. La Voz de la Iglesia, 11 de agosto de 1887.
(8) Lozier Almazán, B., Presencia...op.cit., pág. 22.
(9) La opera basada en el drama Angelo tirano de Padua de Víctor Hugo, había sido estrenada por primera vez en la Scala de Milán el 8 de abril de 1876.
(10) El Nacional, 10 de agosto de 1887.
(11) Lozier Almazán, B., Presencia, op. cit., pág. 23.
(12) La Unión, 10 de agosto de 1887.
(13) Existía desde tiempo antes un Club Católico, pero esta nueva institución se proponía organizar más sistemáticamente a los militantes en todo el país teniendo en cuenta la situación social y pretendía además participar activamente en los procesos electorales. De hecho la asociación organizó el primer congreso de los católicos argentinos en agosto de 1884 y fundó la Unión Católica, un partido que entre 1885 y 1886 intervino en diversas elecciones. Hemos tratado con más detenimiento este tema especialmente en: El pensamiento jurídico-político de José Benjamín Gorostiaga, ed Quorum, Buenos Aires, 2006, y El pensamiento jurídico-político de Tristán Achával Rodríguez, ed Quorum, Buenos Aires, 2009.
(14) Junto a la Asociación Católica en Buenos Aires existió también la Sociedad Juventud Católica nacida en 1881 por iniciativa de Luis Gonzaga Repetto de extensa actuación a lo largo de cuarenta años. La Sociedad fundó también un pequeño periódico La Esperanza que se publicó durante casi treinta años, en donde militaron varios actores de la época. También existía la Sociedad San Vicente de Paul, de fines caritativos, pero en la cual militaban la mayoría de los personajes del ochenta. N. T. Auza, Católicos y Liberales en la generación del ochenta, Buenos Aires, 19, págs. 162-166.
(15) En el mismo año apareció La Voz de la Iglesia, órgano oficioso del Arzobispado de Buenos Aires, cercano a la hoja de los militantes laicos, pero dedicado a brindar más informaciones religiosas que políticas.
(16) La Tribuna Nacional, 9 de agosto de 1887.
(17) El Argentino, 13 de agosto de 1887.
(18) El Argentino, 10 de agosto de 1887.
(19) Leonardo Pereyra (1834-1899) fue un verdadero pionero de la industria ganadera en la Argentina. Entre 1855 y 1858 recorrió varios países europeos estudiando la cría y la cruza de ganado. Introdujo en el país animales de pura raza como el Shorthorn y el toro Niágara, el primer Hereford. Importó además equinos, ovinos y una serie de animales exóticos. También fue un gran coleccionista de arte y estuvo relacionado a la naciente industria ferroviaria. C. Sesto, La vanguardia ganadera de fines del siglo XIX, 1856-1900, Buenos Aires.
(20) La Unión, 14 de agosto de 1887.
(21) Sánchez de Loria Parodi, H. M., El pensamiento juridico-político de Tristán Achával Rodríguez, Buenos Aires, 2009, pp 188-193.
(22) La Unión, 10 de agosto de 1887. Emilio Lamarca había nacido en Chile en la ciudad de Valparaíso en 1841, a raíz de que sus padres se habían exiliados por su oposición a Rosas. Lmarca se radicó en Buenos Aires en 1880. El diario La Prensa del mismo día hacer referencia a que también los chilenos le habrían hablado de Leonardo Pereyra, consuegro de Lamarca (María Teresa Lamarca hija de Emilio estaba casada con Leonardo Pereyra (h).
(23) Estos productores eran amigos de su colega chileno Francisco Undurraga, en cuya estancia había estado el Duque de Madrid. Como Undurraga era uno de los socios más antiguos del Club de la Unión de Santiago de Chile, allí organizó un banquete para el ilustre visitante. M. Peña Muñoz, Cafés literarios en Chile, Ril editores, Santiago de Chile, 2002, pág. 91; G. Salazar, J. Pinto, Historia contemporánea de Chile, Santiago de Chile, 1999, pág. 69.
(24) La Unión, 10 de agosto de 1887. Ese día, el diario católico de Buenos Aires dedicó su editorial a saludar la llegada de Don Carlos a la Argentina, subrayando que compartían con el ilustre huésped los principios fundamentales sobre la política.
(25) Un maestro suyo, el padre Cabrera, había visitado Córdoba porque pensaba que era descendiente del fundador Jerónimo Luis de Cabrera y le había contado anécdotas sobre la provincia. E Bischoff , «Don Carlos de Borbón en Córdoba», Desmemoria, año 7, n.º 25 (2000), pág. 156.
(26) El Argentino, 20 de agosto de 1887.
(27) Ibíd.
(28) Lo invitó a un asado criollo y le hizo probar la mejor comida cordobesa. E Bischoff, Don Carlos..., op. cit. pág. 160.
(29) Ibíd., pág. 161.
(30) Fundado por Armengol Tecera en 1874.
(31) Bischoff, E., Don Carlos..., op. cit., pág. 162.
(32) El Nacional, 22 de agosto de 1887.
(33) La Nación, 24 de agosto de 1887.
(34) El Argentino, 24 de agosto de 1887.
(35) El Argentino, 10 de agosto de 1887.
(36) Tres años antes se había dictado una ley nacional de educación común que por primera vez eliminaba a la religión como materia formativa y ya se discutía la ley de matrimonio civil que sería sancionada un año después.
(37) A los tres años ocurriría un levantamiento cívico-militar contra el gobierno que forzó la renuncia del presidente Miguel Juárez Celman y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Pellegrini, quien completaría el período de seis años hasta 1892. Los católicos participaron en la revuelta y formaron parte en la primitiva Unión Cívica, el movimiento que aglutinó a todos los opositores al régimen.
(38) Auza, N. T., Aciertos y fracasos sociales del catolicismo argentino, tomo I, Buenos Aires, 1987, pág. 23.
(39) El Argentino, 3 de septiembre de 1887.
(40) La Voz de la Iglesia, 27 de agosto de 1887.
Fotografía de Carlos VII y su mujer en la tapa del periódico carlista argentino El Legitimista Español.