Escribinos a carlismoar arroba gmail.com

Desde "Carlismo Argentino" los alentamos a participar en esta campaña de AICA

martes, noviembre 11, 2008

Viejas palabras que siguen vigentes



Periódico carlista Boina Roja
Buenos Aires, 13 de abril de 1934
Director: M.E. López

[Gentileza del Centro de Estudios General Zumalacárregui]
--> LEER MAS...

martes, octubre 14, 2008

Número 93 de la revista Ahora Información



Pedidos y suscripciones a:
Ahora Información. C/Zurbano, 71. Of. 3. 28010 Madrid. Télf.: 34 91 3994438 o
carlistas@carlistas.es
--> LEER MAS...

martes, octubre 07, 2008

Acto en el 175º Aniversario del Carlismo

El pasado 21 de septiembre la Comunión Tradicionalista Carlista en pleno conmemoró en Talavera de la Reina a los protagonistas del primer pronunciamiento carlista que tuvo lugar en ese sitio hace 175 años. Tras la celebración de la Santa Misa en el convento de las madres bernardas, los carlistas se reunieron en la Plaza del Reloj donde escucharon a tres oradores y se descubrió una placa conmemorativa.


--> LEER MAS...

domingo, septiembre 14, 2008

Emocionante

Source: librodehorasyhoradel...

¿Por qué el Carlismo sigue vivo y perseverante a través del tiempo, las vicisitudes y los reveses? ¿Por qué, después de tantas y tantas derrotas… vive todavía? Nunca vencido -siempre a ...
--> LEER MAS...

martes, septiembre 09, 2008

Nueva página web de la Comunión Tradicionalista Carlista

Debido a que en los últimos meses la página en Internet de la Comunión Tradicionalista Carlista, www.Carlistas.es, ha tenido una serie de inconvenientes, se está mudando su contenido a la nueva dirección www.Carlistas.org

La web está aún en fase de construcción y pruebas y su apariencia no es definitiva, aunque pueden ir informándose de las últimas noticias y próximas convocatorias en la misma.

--> LEER MAS...

miércoles, julio 23, 2008

La verdad sobre el 18 de julio de 1936

Manuel Fal Conde, Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista

AET, BOLETÍN DE INFORMACIÓN DEL DISTRITO UNIVERSITARIO DE MADRID
, Castilla, julio 1946
Lo que no fue el 18 de julio
No hablemos de José Antonio quien renegó del Glorioso Alzamiento al ofrecerse espontáneamente a Martínez Barrio a ir en avión a la zona nacional, dejando en rehenes a su familia, para lograr el cese de las hostilidades. Tuvo la suerte de que tan antipatriótica gestión quedara en simple proyecto porque Martínez Barrio no la aceptó, convencido, sin duda, de la escasa influencia que en el Alzamiento tenía Primo de Rivera.

Franco dejó consignado por escrito su criterio acerca de aquellos momentos decisivos para la Patria, en una carta de fecha 23 de junio de 1936, pocos días antes de la fecha gloriosa, dirigida al entonces Ministro de la Guerra, el tan tristemente célebre Casares Quiroga. Todos pueden leerla, y es conveniente que la lean, en las historias de la Cruzada; por ejemplo, la dirigida por Arrarás y la escrita por Aznar. En ella se lee lo siguiente: “Faltan a la verdad quienes le presentan al Ejército como desafecto a la república; le engañan quienes simulan complots a la medida de sus turbias pasiones, presentan un desdichado servicio a la Patria quienes disfrazan la inquietud, dignidad y patriotismo de la oficialidad, haciéndoles aparecer como símbolo de conspiración y desafecto. De la falta de ecuanimidad y justicia de los poderes públicos en la administración del ejército, surgieron las juntas Militares de Defensa. Hoy pudiera decirse virtualmente, en un plano anímico, que las Juntas Militares están hechas. Los escritos que clandestinamente aparecen con las iniciales U.M.E. y U.M.R. son síntomas fehacientes de su existencia y heraldo de futuras luchas civiles si no se atiende a evitarlo, cosa que considero fácil con medidas de consideración, ecuanimidad y justicia. Aquel movimiento de indisciplina colectivo de 1917, motivado en gran parte, por el favoritismo y arbitrariedad en la cuestión de los destinos, fue producido en condiciones semejantes, aunque en peor grado, que las que hoy se sienten en los Cuerpos del Ejército. No le oculto a V.E. el peligro que encierra este estado de conciencia colectivo en los momentos presentes en que unen las inquietudes profesionales con aquellas otras de todo buen español ante los graves problemas de la Patria.
Para Franco, como se ve, los motivos de entonces eran análogos a los de 1917 —favoritismo y arbitrariedad en la cuestión de los destinos— aunque en peor grado que en el año 1917. Es una opinión que debe ser registrada, al hablar de los motivos que a cada uno llevaron al Alzamiento, para ser pesada en su justo valor.
El criterio de Mola también está consignado por escrito y lo han hecho público las historias. Está en el documento de 5 de junio de 1936, firmado por el Director. Consta en él el compromiso de “no cambiar el régimen republicano”, la “defensa de la Dictadura republicana”, la “separación de la Iglesia y el Estado, libertad de cultos y respeto a todas las religiones”. En suma, quería Mola un golpe de Estado dentro de la República, encaminado a salvar la República maldita, conservando las mismas esencias odiosas del régimen execrable, sin olvidar “dotar convenientemente al Ejército y a la Marina” ni la “creación de milicias nacionales”.
En un movimiento de tales características ¿qué podría haber de carácter nacional? No lo es la dictadura, menos aún la república y muchísimo menos la separación de la Iglesia del Estado y la libertad de cultos. La ciencia y la experiencia muestran que la separación y la libertad de cultos son en España factores activísimos de desnacionalización; y si bien la dictadura, al servicio de una necesidad nacional grave y como recurso temporal, puede ser de carácter nacional, al servicio de la república laica y librecultista aumenta la perversidad antinacional de ésta.
Lo que realmente fue el 18 de julio
Esto no obstante, el Glorioso Alzamiento adquirió desde los primeros momentos, más en los primeros momentos, el carácter de una real y verdadera Cruzada, tan nacional como la Cruzada de siete siglos contra el moro, como la gloriosísima Guerra de la Independencia. ¿Cómo se produjo una tan rápida transformación?
Porque en la entrevista de los carlistas con Mola en el Monasterio de Irache —15 de junio— aquéllos se negaron rotundamente a cooperar en el movimiento a favor de la república. Los carlistas que siempre se han movido por causas nacionales no querían intervenir en pleitos interiores de la república, en España siempre punto de encuentro de todo lo antinacional. Y rotundamente rechazaban los propósitos laicistas de la dictadura republicana propugnada por Mola. Firmes en su negativa los carlistas, se centró la discusión en la cuestión de la bandera. Quería Mola que Fal ordenara al Requeté prescindir de la bandera española; Fal resueltamente afirmó que el Requeté saldría con la bandera nacional o no saldría. No cedía Mola ni, como es natural, cedía Fal. Las negociaciones habían llegado a un punto muerto y no se podía llegar al Alzamiento porque los carlistas eran necesarios, como lo hicieron patente los hechos y lo reconocía paladinamente Mola en su informe reservado de 1 de julio, hecho público por las historias: “Está por ultimar, —escribió—, el acuerdo con los directivos de una importante fuerza nacional (los carlistas) indispensables para la acción en ciertas provincias...” Se había llegado a un punto muerto del que no se salía por la tenacidad con que Mola defendía su errado empeño. Afortunadamente ni Mola ni Franco eran los caudillos supremos del Alzamiento. Para éste habían elegido los carlistas, con aplauso de todos, al glorioso general Sanjurjo. Él, con su autoridad de caudillo y la fuerza moral que ningún militar podía negarle, resolvió el pleito aceptando en un todo cuanto los carlistas imponían, porque Sanjurjo, genuinamente español, comprendió enseguida que el Carlismo no imponía una servidumbre partidista, sino el carácter nacional que la obra necesitaba para ser realmente patriótica y no ir a un rotundo fracaso como en el movimiento del 10 de agosto. Le escribió a Mola la carta que pudieron leer nuestros lectores en el boletín anterior, de la que por su importancia reproducimos los siguientes conceptos: “Desde luego, inmediatamente habrá que proceder a la revisión de cuanto se ha legislado en materia religiosa y social, hasta el día, procurando volver a lo que siempre fue España.” “Mi parecer sobre la bandera, debía, por lo pronto solucionarse, dejando a los tradicionalistas usen la antigua, o sea la española, y que aquellos cuerpos a los que hayan de incorporarse fuerzas de esta Comunión no lleven ninguna.”
El Carlismo dio el Sello Nacional a la Cruzada
Triste es decirlo pero es preciso reconocerlo ante los testimonios harto elocuentes de Sanjurjo y Mola; por el error de algunos le fue necesario al Carlismo poner en juego toda su entereza en defensa de su derecho a ir al combate bajo la sombra sagrada de la bandera de la patria, dando con ello un carácter cristiano y nacional al Alzamiento que los Requetés convirtieron enseguida, en Sagrada Cruzada de liberación. Y este gesto obligado de entereza cristiana y patriótica del Carlismo se ha intentado presentar como hijo del cerril antipatriotismo. Mola, en el documento antes citado, lo compara al criminal Pacto de San Sebastián, aunque bien pronto rectificó el lamentable error que pudo ser tan fatal para España; Franco en el prólogo de las obras de Pradera escribió lo que escribió. La verdad documentalmente probada con testigos del máximo valor, es la que acabamos de escribir y sería un crimen seguir manteniendo oculta. La entereza carlista, la firme intransigencia carlista salvó al Alzamiento. Y sigue salvándolo, porque se ha necesitado toda su entereza y toda su firmeza para mantenerse constante en el apartamiento y en la persecución no sucumbiendo a halagos y amenazas, en contra de los logreros del Alzamiento, a quienes poco o nada les importa la suerte de la nación si consiguen saciar sus ambiciones.
A S.M. Don Alfonso Carlos
La sangre carlista derramada a torrentes en la Cruzada, con mayor abundancia en semanas críticas de la primera época, salvó a España en la empresa militar. Pero no han olvidado los carlistas, y es necesario que no olvide nadie en España que los carlistas fueron a la lucha movilizados por una orden de aquel Rey, varón de virtudes, que se llamó Don Alfonso Carlos. A él no le tembló el pulso al firmar la orden de movilización, aunque se llenarían de lágrimas sus ojos al pensar en las vidas de leales carlistas sacrificadas por aquella orden en aras de Dios y de la Patria. Un buen contraste con la huida de don Alfonso, abandonando manto, cetro y corona para que unas parejas de la Guardia Civil no se vieran obligadas a disolver unos motines callejeros. Uno es Alfonso (XIII) hundiendo a España en el caos moscovita; otro es Don Alfonso Carlos salvándola de rodar hasta el abismo. Esto va de rey a rey; uno, el carlista; otro, el liberal.
¡Españoles todos! ¡No lo olvidéis cuando llegue la hora de las grandes resoluciones! Una oración sincera por Don Alfonso Carlos, el Gran Español.
En el boletín clandestino en que apareció este artículo no figura el nombre del autor, pero sí junto al título el dibujo con el rostro de don Manuel Fal Conde, el mismo que acompañaba a sus artículos en El Pensamiento Navarro. Su estilo es, además, inconfundible.
Tomado de Carlismo.es.

--> LEER MAS...

domingo, junio 22, 2008

Recuerdos que podrían haber sido dichos al arribar a Buenos Aires

[Tomado de la excelente bitácora Libro de Horas y Hora de Libros.]

Cuando todos creían que nos habían derrotado en Vergara, yo sabía que volveríamos a levantarnos en armas. Y más temprano que tarde, volveríamos a los caminos. Hablaban de "un abrazo", pero eso era mentira: el abrazo solo se lo dieron el Ayacucho y el Traidor Maroto: Maldita alma de Maroto, en el infierno arda. A cuántos hombres no vimos caer, llevándose la mano al pecho para besar el bendito escapulario. Dejaron viudas, huérfanos desamparados. Y creían que nos gustaba la guerra, que teníamos una insaciable sed de sangre: "facciosos" nos llamaban los papeles del Estado, ellos nos llamaban así, ellos... los renegados de España. No queríamos la guerra, bien lo sabe Dios nuestro Señor. Éramos cristianos viejos, y amantes de la paz: Pero ¡esa paz! Esa paz fundada sobre una traición... ¿cuánto tiempo pensaban los extranjeros que duraría esa paz en España? Cuando tuvimos que regresar a nuestros hogares, no podíamos bendecir la paz pues por una traición fuimos vendidos como vacas en una feria de San Miguel. Ni Roma pagó traidores -recuerdo haber aprendido del preceptor de Gramática; tampoco España, que por cristiana vale más que todos los imperios paganos, puede pagar con amor la paz de los mercaderes.
Y cuando regresamos al pueblo: vencidos, con la cabeza gacha. Llegados a casa, nos aseamos. Salimos a la calle, y los niños nos miraban como a extraños. "-¿Quién es ese zagal?" -preguntábamos. "-El niño de tu novia...". Así era, que la novia con otro se nos había casado. Fuimos a la Plaza de la Victoria, quisimos entrar en el convento de los Padres Mínimos. La puerta trincada, y preguntamos: "-¿Y los frailes?". "-A los frailes los aventó Mendizábal". "-Maldita alma de Mendizábal, flamasón y judiazo". Los frailes ya no vivían en el convento. Cuando a Madre se lo contamos, nos decía: "-Ya no hayy quien vele por las tumbas de los abuelos, ¡qué tiempos, Dios Santo, qué tiempos tan revueltos!". Y supimos que un rico de la Rioja, amigo del Ayacucho, había comprado el convento y en casa morada suya lo había convertido.

El pueblo estaba lleno de forasteros así. Arribistas, agiotistas, espabilados que corrieron para allegar tierras a cuatro reales y medio, mientras gritaban: "Constitución o muerte"... Pero, por desgracia, no murieron. Si hubiéramos ganado nosotros, hubieran gritado: "Dios, Patria y Rey", falsos aprovechados y convenencieros. Y hasta en la cara de algún viejo liberal, natural del pueblo, de aquellos ilusos del Trienio, pude ver la tristeza y el desengaño, cuando, encontrándome en la calle, me apartó y, mirando a un lado y otro pues no quería que conmigo lo vieran, me dijo:

-Servilón le llamaba yo a tu padre, y ahora esta plaga de forasteros ha llenado el pueblo. Se pavonean por sus dineros, y liberales se llaman; pero tú y yo sabemos que no son ni liberales ni de aquí: son ricachones forasteros. Jomío, qué vergüenza... Si hubiera llegado a saber yo...

Las cosas habían cambiado mucho. En las noches de verano nos sentábamos a la puerta de la casa. Madre, con sus achaques, la vecina Carmen y Amador. Me pedían que les contara la de Orbaiceta, y la de Majaceite, pero Madre siempre salía en mi defensa y les decía a los vecinos: "Dejadlovos, dejadlovos... Para qué rememorarse de esas fatigas... Ya pasó, ya pasó...". Y yo miraba al cielo estrellado, de astros rutilantes, y decía a Carmen y a Amador, aprovechándome de la sordera de Madre: "He visto caer más hombres que estrellas hay en el firmamento, y todos ellos están ahora en los Ejércitos de Dios el Señor de los Ejércitos".

En la campaña de la aceituna. Cuando, gracias al primo Damián, podía echar unos jornales, íbamos al Cortijo de la Deseada. Y allí, sí, por las noches hacíamos menos crudos aquellos inviernos, y contaba como un veterano la de Orbaiceta, y la de Majaceite y también la noche triste de Luchana. Y cuando cesaba de relatar aquellas briegas, quedábamos todos en suspenso. En el cortijo, a la vera del llar estábamos, y, en el silencio, miraba las ristras de ajos, morcillas y chorizos: ganas me daban de echarlas a la talega, coger la escopeta y otra vez echarnos al monte... Ya veríamos quién ganaba esta vez.

Y los años fueron pasando, en un quiero pero no puedo. Pero muchos de los zagales que mis historias oyeron, ya mozos, otra vez las escopetas cogieron y al campo, al campo se fueron. "¿Cuándo te vas?" -decían en la plaza a un motilón, el hijo de la Dolores. "Muy pronto pondremos la cruz en el Calvario, que ya está llegando el carro a la posada... Y dando el Cristo en un verbo tendremos Rey, que las naciones no se gobiernan con reinas." Nunca los oían los ricos, pues los ricos no salían de sus "conventos". Y esa es mi gloria, que muchos me oyeron. Que los niños que ayer fueron, hoy son mozos despejados que otra vez al monte, como las cabras, han tirado. Ya no tengo yo años, para acompañarlos, pero frente al Sagrario estoy, Señor, rezando. No los dejes de tu mano. Hoy como ayer, y mañana como hoy... Que nunca deje España de tener hombres que sepan que hay cosas que defender, que no se puede estar en la casa, como un calzonazos, mientras los lobos con piel de cordero se comen a las gallinas de nuestro corral. Como alimañas que son, así hay que tratarlos. Y si pocos somos, Señor, envía tus Santos Ángeles para exterminarlos.

--> LEER MAS...

jueves, mayo 22, 2008

¿Liberalismo católico?

No he creído necesario aclarar qué entiendo por liberalismo católico porque desde las filas del carlismo venimos luchando contra el mismo desde que apareció en Francia en el primer tercio del siglo XIX. Del mismo dijo el Beato Pío IX que era más pernicioso que los revolucionarios de la Comunne de París.

Consiste el liberalismo católico... No puedo explicarle en qué consiste porque es un absurdo intento de unir el Catolicismo con la Revolución. Sí puedo hacer una descripción del mismo.

Los liberales católicos predican la libertad, la tolerancia y el diálogo. Pero lo practican con los no católicos, incluso con los enemigos de la Iglesia. Mientras tanto, a nosotros, a los católicos fieles en todo y que nos hemos opuesto a la Revolución con todas nuestras fuerzas y a base de sacrificios, nos insultan, nos descalifican o nos ningunean. Para nosotros no hay libertad ni tolerancia ni diálogo. De eso hay mucho ahora en España y así nos van las cosas. Los liberales católicos han tenido éxito en ocasiones en cuanto que han llegado al poder. Pero su actuación desde el poder ha resultado estéril para la sociedad. Se ha traducido en una descristianización de Europa, promovida desde el poder.

Me habla Vd. del liberalismo económico. ¿En qué consiste realmente? ¿En el enfoque de las empresas y negocios, prescindiendo de toda moral, a la busca del máximo beneficio? ¿En el derecho de los patronos a pagar a los obreros los sueldos más bajos posibles? ¿En facilitar a los grupos poderosos se apoderen de las empresas pequeñas florecientes?

El liberalismo no es la libertad ni en lo político ni en lo económico. Es la libertad de quien tiene poder, político o económico, para oprimir a quien no lo tiene. Es la libertad... para unos pocos.

Carlos Ibáñez Quintana
en Carlismo (Foro de Debate)
--> LEER MAS...

sábado, abril 26, 2008

El Padre Castellani y el Carlismo: El Colegio Inmaculada

De la biografía escrita por el Dr. Sebastián Randle (informes y pedidos a ventas@vorticelibros.com.ar):

Algunos [de los jesuitas del Colegio] eran eminentes.
A mí me educaron jesuitas españoles que me hicieron algo de mal y mucho bien; y uno de los bienes fue que me hicieron vivir cinco años en el Colegio Inmaculada de Santa Fe rodeado de esos libros...
[...]
Como fuere, él nos contó que en el Inmaculada comenzó a leer a los españoles, tal y como se lo recomendaban los jesuitas de entonces. Así conoce a Jovellanos, Donoso Cortés, Balmes, Nocedal, Tamayo y Baus, Adolfo Claravana, Pedro de Alarcón, Aparisi Guijarro, Menéndez y Pelayo, Pereda... y Santa Teresa de Jesús.
[*Liberalismo, p. 134 et seq. En Conversaciones, Castellani recuerda que el Colegio recibía una revista "De Broma y de Veras, donde publicaban cosas de Aparisi Guijarro, de Jovellanos, de Vázquez de Mella y los demás tradicionalistas españoles" (p. 42). Por otra parte en una carta dirigida a Dardo Cúneo, dice que no tuvo "...una educación argentina. Al salir bachiller en 1917 conocía a Aparisi Guijarro, Adolfo Claravana, Nocedal, Menéndez Pelayo, Balmes, Santa Teresa y el P. Isla; y no sabía ni el nombre de Sarmiento. Me educaron españoles carlistas" (Borrador de fecha 20-II-70).]


--> LEER MAS...

viernes, febrero 29, 2008

Nuevo número de "Ahora Información"



Sumario:
1. Portada, para que triunfe el mal
3. Editorial, socialismo o libertad
4. Cartas al Director
5. M.a. Bernáldez. Entrevista sobre EpC.
7. G. Navascués. Aborto en España
10. Revista de prensa
-La COPE no es católica
-Mercantilizar todo
-Rodríguez acorrala a Dios
11. J. M.ª M. de Rosales. La expaña negra.
12. Comentarios vizcaínos
- No tengáis miedo.
- Derrochar nuestro dinero.
- El nuevo Beato José Gafo, O.P.
15. W. Stansky. Radio Marija en Polonia.
19. J. Garisoain. La CTC a las elecciones.
20. Despierta. Vota CTC.
22. Candidatos por la CTC: Senado y Congreso.
23. Zortzigarrentzale. El problema de los católicos.
24. A. Renedo. Sobre lo innegociable.
25. E. Palomar. 30 de diciembre. Obviedades.
26. D. Negro. Catolicismo y democracia (2)
30. Libros. - M. Aranguren, La sangre del pelícano.
- J. J. Esparza, La gesta española.
- Ph. E Johnson, Juicio a Darwin.
- M. Menéndez Pelayo. Historia de España
32. Comunión Tradicionalista Carlista.
35. C. Ibáñez. La imposible convivencia.
38. Cantares, gestas, amores. 175 aniversario: 1833-2008.
40. Despierta. Elecciones 2008.

Ahora Información
C/Zurbano, 71. Of. 3
28010 Madrid
carlistas@carlistas.es
www.carlistas.es
--> LEER MAS...

martes, febrero 12, 2008

Nuevo video no oficial de pre-campaña de la CTC

El 9 de marzo de 2008 la Comunión Tradicionalista Carlista se presenta al Senado en toda España. Un simpatizante realizó el siguiente video:


--> LEER MAS...

miércoles, enero 23, 2008

Nuevo sitio sobre historia del Carlismo

La Delegación de Historia y Cultura de la CTC informa la puesta en marcha del sitio "Carlistas: Historia y Cultura".

Los invitamos a visitarlo y colaborar con esta nueva iniciativa.


--> LEER MAS...

La Tradición es la Esperanza

La Tradición es la Esperanza
Ayer

Y hoy