Como el mármol se bruñe con esmeril,
así las almas grandes reciben en el taller de la adversa fortuna el brillo que las hermosea.
La revolución odia según que teme.
¡Qué gloria merecer con preferencia, como Carlos VII, el odio de la revolución!
JUAN DE LA PLAZA DE MARTIARTU, República Argentina*
*Testimonio recopilado en Francisco López-Sanz, Carlos VII: El rey de los caballeros y el caballero de los reyes. [Gentileza de Déu - Pàtria - Furs - Rei.]
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